Descubren dos campamentos romanos en Lugo: ¿estrategia militar o control del territorio?

Descubriendo el pasado con tecnología del futuro

La arqueología ya no es solo pico y pala. Hoy, herramientas como el LiDAR y la fotografía aérea nos permiten ver más allá de la superficie y descubrir estructuras que han permanecido ocultas durante siglos. Eso es exactamente lo que ha pasado en la provincia de Lugo, donde se han identificado dos posibles campamentos romanos gracias a estas técnicas avanzadas.

Pero, ¿qué eran realmente estos lugares? ¿Bases militares? ¿Puestos de vigilancia? ¿O simples paradas temporales en la expansión del Imperio Romano?

Los dos nuevos recintos: pistas en el paisaje

Los lugares en cuestión son Alto da Cepeira (Guitiriz, Lugo) y Alto do Castrillón (entre Taboada y Portomarín). Ambos comparten características típicas de los campamentos romanos: forma rectangular con esquinas redondeadas y estructuras defensivas visibles.

En el caso de Alto da Cepeira, destaca un acceso en clavícula, un tipo de entrada defensiva usada en campamentos militares romanos para controlar mejor el acceso. Además, el relieve del terreno y la topografía parecen confirmar su origen estratégico.

Por otro lado, Alto do Castrillón es más difícil de identificar, ya que gran parte de su estructura ha desaparecido debido a la actividad agrícola y la repoblación forestal. Sin embargo, el análisis de fotografías aéreas históricas sugiere que en el pasado tuvo una forma de naipe, similar a otros campamentos romanos temporales.

¿Estrategia militar o simple logística?

El hallazgo de estos campamentos abre un gran debate: ¿Fueron utilizados durante las Guerras Cántabras (29-19 a.C.), en las que Roma sometió el norte de Hispania? ¿O eran simplemente puntos de control en la organización del territorio tras la conquista?

Sabemos que Roma no solo usaba su ejército para la guerra, sino también para estructurar el territorio, construir caminos y gestionar los recursos. En zonas ricas en minerales, como Galicia, los soldados podían haber estado allí no solo para combatir, sino también para asegurar el control de las minas y las rutas comerciales.

El papel del LiDAR en la arqueología

Estos hallazgos han sido posibles gracias al LiDAR, una tecnología que permite "ver" el suelo a través de la vegetación. Gracias a esto, podemos detectar estructuras antiguas sin necesidad de excavar. En este caso, el LiDAR ha confirmado la existencia de patrones geométricos en el terreno, lo que refuerza la teoría de que estos sitios fueron construidos por los romanos.

Conclusión: piezas de un rompecabezas más grande

Aunque estos dos recintos no están excavados todavía, su identificación es un paso importante para entender mejor la presencia romana en Galicia. No se trata solo de encontrar más campamentos, sino de comprender cómo Roma organizó y controló este territorio.

Con cada nuevo hallazgo, el pasado se vuelve un poco más claro. Y gracias a la tecnología moderna, estamos viendo la historia con nuevos ojos, descubriendo que lo que parecía perdido en el tiempo, en realidad, siempre estuvo allí, esperando ser visto.